Liturgia Semanal :: Amistades y Evangelio

Reunidos

El propósito principal de esta sección es animarte a construir relaciones con las personas alrededor tuyo que necesitan escuchar el evangelio. Piensa en vecinos, compañeros de escuela y trabajo, familiares y amigos con quienes tienes cierta relación, pero que deseas fortalecer para poder compartir las buenas noticias. ¿Cuáles son algunas formas en que puedes reunirte a alguna o varias de estas personas esta semana? (A la hora del almuerzo, una invitación a tu casa, un encuentro en el vecindario, ayuda con alguna necesidad o proyecto)

Escritura

Piensa en lo que leíste en la Escritura esta semana. ¿Cómo te llevó eso a pensar en tus amigos, vecinos y familiares que necesitan a Jesús? Si tienes oportunidad, comparte algo de lo que leíste con alguna de estas personas.

Confesión

Al confesar tus pecados piensa particularmente en tu participación en la obra de Dios, en si compartiste o no el evangelio, y si mostraste amor a tus semejantes.

Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.


No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo
como a nosotros mismos.


Sincera y humildemente nos arrepentimos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestra alegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.

Oraciones

Pasa los siguientes minutos orando por aquellas personas que están en este círculo. Pide a Dios que te de oportunidades de compartir a Jesús con ellos (considera orar el Padre Nuestro-Mateo 6:9-13).

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Agradece a Dios por quién es él y por su abundante fidelidad.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Ora para que el reino y gobierno de Dios sea una realidad.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Ora por la provisión diaria de Dios en tu vida.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Confiesa tus pecados al Señor y perdona a los que te han ofendido.

Y no nos metas en tentación,
Pide al Señor que te guíe por sus sendas de justicia por amor a su nombre.

Mas líbranos del mal;
Ora a Dios por protección en contra de las artimañas del diablo.

Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Termina glorificando y adorando a Dios.

Enviados

¿A dónde estás siendo enviado esta semana para compartir a Jesús con palabras y hechos?