El problema no es solo que tenemos enemigos, sino que muchas veces no sabemos qué hacer con ellos. Jesús sabía que estábamos acostumbrados a un sistema de justicia recíproca: ojo por ojo. Pero en Mateo 5, Él propone un camino que parece... ilógico, quizá hasta sobrehumano. Hoy vamos a dejar que Jesús nos hable sobre esto desde uno de los pasajes más radicales del Sermón del Monte.