¿Qué sucede cuando tenemos que enfrentar “poderes” que rebasan nuestras fuerzas? ¿Cómo actuamos? A veces es un jefe intransigente, un marido malgeniado, o un pastor que abusa. ¿Nos da la Biblia algún parámetro, algún método, alguna acción para enfrentarnos a estos poderes? ¿Nos ofrece alguna esperanza cuando rebasan nuestras fuerzas?