Muchas veces Dios nos deja como un pez fuera del agua. Pero ¿sabes cuál es la promesa de Dios cuando algo así ocurre? Que cada vez que nos dejemos llevar por él, en cualquier situación, él mismo va a causar que nuestras vidas sean transformadas para nuestro bien y para su alabanza. ¿Cómo ocurre eso? ¿Qué postura debemos adoptar?