A veces el temor es la respuesta correcta que nos pone a salvo del peligro. Pero si dejamos que el temor rebase nuestros sentidos, si comenzamos a vivir una vida en la que tomamos decisiones basado en el miedo, entonces el temor comienza a cautivar la imaginación. ¿Cómo la resurrección de Jesús se convierte en el antídoto para una vida de temor?